Conoce cómo combinar tus vestidos largos como toda una profesional

Los vestidos, en general, son una prenda que siempre, sea cual sea la ocasión, nos hace sentir bellas y elegantes. Como si fuéramos princesas. Y, aun sabiendo esto, muchas de nosotras desaprovechamos ese grato sentimiento solo por no contar con la información suficiente para vestirnos con maravillosas prendas que roban las miradas en cualquier lugar.

La importancia de lucirnos

Todas tenemos siempre una buena ocasión para lucirnos. Nunca falta en el año una fiesta de graduación, con sus elegantes y frescos vestidos de noche, una boda, con su inconfundible chispa de sensualidad y pureza, o la típica fiesta de los quince años, llena de juventud y emociones.

Es por eso que siempre debemos estar bien preparadas con nuestro guardarropa. Porque no solo se trata de meternos en un ajustado y sensual vestido, eso lo hace cualquiera, sino de lucirlo como nadie. Lo que hace realmente que un vestido se vea majestuoso es cómo se complementa con nosotras. Si bien ya mencionamos que la pura prenda es suficiente para hacernos sentir bellas, los accesorios que utilicemos con estos nos brindarán una perfecta armonía entre el vestido, la ocasión y nosotras.

Por eso nos dimos a la tarea de presentarte unos cuantos consejos para cuando se te presente la ocasión. Si bien estos tips no son cosa de otro mundo, sí que nos hacen falta para llenarnos de confianza a la hora deportar con orgullo un buen modelo largo.

Consejos para portar vestidos largos con confianza

Te presentamos algunos tips básicos para elegir el mejor vestido para ti.

1.  Alquilar para no repetir

Debes tomar en cuenta que la renta de vestidos largoses una opción bastante accesible y buena para el medio ambiente. Seamos realistas, ¿a cuántas de nosotras nos gusta repetir el mismo vestido más de una vez? A ninguna, ¿verdad?

Por eso, sabemos que no está demás considerar esta opción. Además, lo que ahorremos en el vestido podemos invertirlo bien en una gargantilla o en un bonito y brillante brazalete.

2. La congruencia con el tiempo, la estación y el vestido

Quizá esto suena un poco raro, pero, a decir verdad, es uno de los puntos más importantes a la hora de ponernos un vestido. Sea cual sea el modelo o tipo de prenda, este consejo debe de considerarse siempre. Si la fiesta es de noche y está haciendo frío, tienes que modelar sutilmente tu vestido de infarto. No vas a andar por ahí con un escote hasta la cadera en pleno invierno. No si quieres mantener tu salud a salvo.

Ojo, no estamos diciendo que los escotes y el invierno no se llevan, al contrario, cualquiera podría usar un escote mortal en primavera y eso no es nada de otro mundo, pero si lo haces en invierno, será doblemente mortal. Por lo tanto, debemos considerar siempre un buen abrigo de hombros destapados, que armonice con el tono del vestido y lo haga resaltar mucho más.

3. No es lo mismo un vestido pequeño que uno ajustado

De verdad que no. Y es aquí donde debemos poner una especial atención con nosotras mismas, porque nuestro cuerpo es el que va a modelar el vestido, y no es nada sensual no poder bailar porque el vestido se está deshaciendo o porque te está asfixiando. Y, aunque algunas veces lo ajustado parece chico, no es lo mismo.

Lo ajustado se adhiere a nuestra piel sin ir más allá de lo saludable. Por ejemplo: la licra se adhiere a nosotros y no nos asfixia en el intento, ¿verdad? Es porque la licra está diseñada para ajustarse a nuestro cuerpo sin lastimarnos o incomodarnos.

Al contrario de la licra, muchas otras telas como la organza, el satén, o el chiffon, telas con las que se confeccionan vestidos largos, no son telas ajustables y, si las ajustamos a nuestro cuerpo más de lo que se debe, lo único que lograremos es marcarnos bultos raros por el cuerpo e inmovilizarnos. Recuerda que es mejor una talla más grande, que una panza marcada y unos botones al aire.

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4. Es falso que los vestidos largos solo se usen en entornos elegantes o festividades

Muchas chicas usan vestidos largos para ir a la universidad y no se ven nada mal. La ocasión y el diseño pueden ajustarse a nuestras necesidades siempre. Si te gustan los vestidos, aprópiate de ellos y úsalos con orgullo y elegancia tanto como quieras.

Recuerda que lo más importante a la hora de usar un vestido es que te sientas bien dentro de él. Úsalos cuando te plazca y como te plazca, pero ten plena confianza en ti misma.

5. Peinado, hombros y accesorios

Esta triada es el detalle fulminante entre verse elegante y verse sosa. No puedes ponerte unos aretes diminutos si tu cabello está cubriéndote toda la cara, es inclusive innecesario porque los aretes son un accesorio que se encarga de resaltar el brillo de nuestro rostroy, si los escogemos sin cuidado, podemos echar a perder todo el diseño.

Si los hombros van descubiertos, el cabello luce mucho más cuando va sujetado. Si bien, es verdad que el cabello suelto atrae todas las miradas, también es muy cierto que puede ser muy complicado mantenerlo en su sitio durante toda la fiesta. Es por eso que debemos tratar de vernos bien y sentirnos bien al mismo tiempo para no descuidar estos detallitos que pueden arruinar nuestro diseño completo.

Y sí, tal vez muchas difieran de este punto de vista, pero los accesorios nos transforman en un segundo. Si no te pones una gargantilla o unos aretes largos, puede parecer un poco sencillo el asunto, sin embargo, muchas personas no se sienten cómodas utilizando tantos accesorios, es por eso que enfatizamos de nuevo que “lo más importante es que te sientas cómoda”. Si te sientes bien, te verás bien.

Es momento de vestirnos como queremos y no como se nos ha estereotipado a hacerlo. Los vestidos son muy interesantes y los diseños son infinitos, la imaginación y nuestra confianza, pueden hacer de nosotras unas constantes preciosuras.